Como siempre, aunque cada día más caro la escapada de 48 horas a Luxemburgo sale de un finde libre y resultó el ganador en cuanto al precio de los billetes; ya conseguir hotel fue otra historia. Además, me habían regalado un imán de nevera que para colgar hay que visitar.

¡Comencemos a preparar la escapada!

¿Vuelos?

Los vuelos desde Madrid pueden costar con tiempo poco menos de 100€, y es muy fácil llegar en Bus o tren desde ciudades cercanas.

¿Cómo ir del aeropuerto al centro?

El gran Ducado cuenta con un sólo aeropuerto y hasta el centro de la ciudad no hay más que siete kilómetros, que pueden hacerse fácilmente en el bus 29-16 o en el tranvía T1 y lo mejor gratis. A la salida del aeropuerto a tu izquierda tienes los buses y a la derecha el T1. Dependerá la ubicación de tu alojamiento para escoger cuál tomar.

El transporte público en el gran ducado es gratuito, tanto los trenes, buses, tranvías, el funicular y para todo el mundo. Se sube y se baja por la puerta que más cómodo te quede. La mejor forma para saber como moverse es usando la aplicación MOBILITEIT.LU, está tanto en ingles como en francés y está actualizada en tiempo real, según nos costaron más fiable que google.

Tener en cuenta si sales a Alemania, Bélgica o Francia que el transporte se paga y hay revisión frecuente.

Itinerario de unas casi 48 horas en Luxemburgo

Primeras 24 horas

Llegamos a las 8.30 y poco más de las 9.30 ya estábamos dejando las mochilas en el Hostal JJ33, muy cerca de la estación central, nos costo unos 97€ lo reservamos con diez días de antelación.

A las 10.30 ya estábamos listos para realizar un free tour por la ciudad, el mismo duró un poco más de dos horas y tengo que decir que buenísimo. Fede argentino con algunos años ya en la ciudad nos hizo el tour muy ameno, mucha historia, mucha anécdota. Lo mejor con la pasión que lo contaba. Aquí puedes reservar el mismo tour que hicimos, súper recomendado.

En el recorrido Ciudad pudimos ver la Plaza de Armas, el Palacio Gran Ducal construido originalmente como el Ayuntamiento, después fue la sede principal del Gobierno de Luxemburgo y actualmente (desde el año 1890) es la residencia oficial de los Duques aunque ellos no viven ahí. El edificio es una mezcla de estilos arquitectónicos, desde sus orígenes hasta el siglo XIX, su interior fue bastante dañado en la Segunda Guerra Mundial aunque después fue rehabilitado, la Iglesia de Notre Dame aquí pudimos entrar, es un templo gótico construido en el siglo XVI, la Plaza Clairefontaine, que tiene en su centro el monumento a la Gran Duquesa Charlotte y en sus alrededores están la mayoría de los edificios administrativos, la Plaza de la Constitución memorial a los miles de luxemburgueses caídos en la Primera Guerra Mundial, ¿sabías que al principio no le gustaba a los luxemburgueses?

La visita fue muy amena nos contó muchas historias de la ciudad incluida la de la famosa Melusina.

El guía nos recomendó que debíamos visitar VIANDEN hermoso pueblo de Luxemburgo, con el famoso castillo de VIANDEN, este podía visitarse tanto el sábado por la tarde como el domingo, en cambio TRIER ciudad alemana era perfecta para pasar la tarde de sábado y regresar sobre las 18h pues luego la ciudad comenzaba apagarse.

Hicimos check in en el hotel, nos comimos un bocadillo de atún con un café en la habitación y tomamos el tren camino a TRIER. Elegimos la ciudad pues así Miguel hacia check en otro país.

En la estación central puedes comprar el tickets sin anticipación cuesta 3.25€ cada trayecto y dura poco menos de una hora. Hay que bajarse en la estación TRIER HBF. Al regreso fijarte por fuera en la parte delante de tu vagón, la ciudad que diga. Debe decir LUXEMBOURG pues a veces vienen dos trenes juntos que se separan antes.

La tarde fue amena y el cruce de frontera valió la pena, Trier debes incluirla en tu vista a Luxemburgo y aquí te cuento por qué.

Regresamos a Luxemburgo cerca de las ocho de la tarde, y fuimos directamente a cenar a Brasserie du Cercle lo vi en una publicación del blog de viajes de ELMUNDOENMISPIES, la carta variada y con varios platos típicos como el Bouneschlupp que es una sopa hecha de judías verdes y patatas con tocino la verdad que con el frio que había fue perfecta, junto con la sopa de cebolla y como principal para compartir judd mat Gardebounen que es carne de cerdo con habas y venia con patatas, más menos unos 33€ por persona ( dos entrantes, un principal, vino y cerveza).

Para bajar un poco la cena y ver la ciudad de noche dimos un paseo, hay mucha marcha los fines de semana y el barrio cerca de la estación donde estábamos bastante pero la zona de marcha según nos contó el guia es Rives de Clausen, que era una antigua fabrica de cervezas, la Rue de la boucherie, el bar más famoso es el URBAN, la Rue Sigefroi, el Bar Ennert de Steiler y la opción DIPSO.

Segundas 24 horas

Despertamos sobre las 8.30am y por poner despertador, realmente en las primeras 24 horas nos salieron poco más de 25 km, fue bastante intensa pero así es la vida cuando tomas un vuelo con Ryanair a las 5.40am.

Desayunamos y comenzamos a recorrer otra parte de la ciudad que no vimos con el guía o como Notre Dame que nos apetecía regresar y verla con calma.

Comenzamos recorriendo la zona del Grund, está ubicado en la parte baja de la ciudad, rodeados de canales, callejones, jardines, plazas y edificios medievales. El barrio es un lugar ideal para caminar y tomar fotos de lo más bonitas (especialmente desde sus puentes) o para tomar algo. Luego fuimos en busca de Melusina para saber que existía realmente.

La siguiente parada fue las Casamatas du Bock estás se entran desde la parte alta de la ciudad cerca de Chemin de la Cornise y también están las Casamatas Pétrusse que el acceso está desde el obelisco de la dama de oro.

Se trata de una serie de túneles excavados en las rocas de origen militar. Son unos 20 kilómetros de galerías que se utilizaban para alojar soldados y guardar el material militar. Abren del desde febrero a mediados de noviembre y cuestan 10€ puedes comprarlas online o en taquilla, nosotros la compramos en taquilla y sin cola.

Nuestra opinión personal es que no valen los 10€ que cuesta la entrada, no hay un circuito marcado, más allá de las vistas ( diría que son mejores desde arriba de la Chemin de la Cornise) es difícil entender el recorrido y no hay una explicación o guía que te cuente un poco la historia del lugar y sea más amena y con sentido el recorrido.

De aquí bajamos para tomar el ascensor panorámico gratuito y cruzamos el gran puente para ir hasta la zona de la Filarmónica y donde están las letras grandes de Luxemburgo. Pero realmente la mejor opción es ver las Casamatas, luego bajar a la zona del Grund tomar el ascensor Pfaffenthal subir y volver a bajar, e ir a la zona del ascensor que te lleva al teleférico y ya estás frente a las letras. Parece un poco confuso pero toma como referencia el ascensor Pfaffenthaly ponto en tu google maps.

Del cartel de Luxemburgo bajamos en el teleférico también gratuito, leí muchos comentarios que el recorrido era corto y realmente lo es pero debemos recordar que no es turístico sino es una opción rápida para poder llegar a la zona baja de la ciudad. y que te permite ver la ciudad.

Caminando por la Zona del Grund fuimos a comer a Updown Bar, ideal para tomar cervezas y baratas (desde 3.5€) en Luxemburgo, tienen variedad y unas hamburguesas buenísimas Una parada perfecta pero recuperar fuerzas, o tomar alguna cervecita.

La jornada en Luxemburgo terminó en la Plaza de Armas comiendo unos dulces y disfrutando de la música callejera.

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