Afirmar que no es necesario tener algo de preparación física para hacer el Camino De Santiago sería mentir, pero creo realmente que lo que más se necesita es tener fuerza de voluntad y esfuerzo.
El éxito está en el esfuerzo y no en lo que los demás piensen de ti. Si te toma media jornada, las horas que los demás da igual.

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Cada día en el camino nos encontramos con puestos distintos algunos más especiales pero todos con encanto propio. Hoy han sido más lo mágicos y diferentes.
El primero un señor con más de 12 años en el sitio y hablando más de 3 idiomas. En el otro la particularidad era su sello, otro era una furgoneta de los años 80, justo al terminar una subida pronunciada y por último dos primos Leire y Manuel que en el puesto vendiendo pulseras y sellando a cada peregrino que pasa. Se turnan quien pone el sello.
El paisaje de hoy fue increíble, una vegetación exuberante, colores únicos. Subidas y bajadas que hacen que el aburrimiento y la monotonía no leguen.
Una parte hermosa del camino es ir saludando, ver cómo mayormente las personas de la 3ra edad aquí se mantienen tan bien. Me encontré unas flores hermosas y poco más adelante estaba la señora de unos 70 años como mínimo, ahí mimando sus flores. Cuando le dije lo hermosa que estaban, enseguida instalamos un diálogo sobre el tiempo, y comenzó a contarme que el calor las está atacando. Su día es ese cuidar sus plantas como si fueran sus niñas.
Otro punto hermoso en el camino fue el Puente Sampayo es un puente medieval que cruza el río Verdugo. En este puente se libró la famosa batalla de Ponte Sampaio contra los franceses en 1809 y fue ganada por mujeres. Aunque la estatua en Pontevedra así no lo represente.

Llegamos a Pontevedra pasadas las 13h, la etapa se hizo larga, los kilómetros comienzan a pesar, no es lo mismo el día uno que el tercero. Pero se hace camino al andar.
Luego de comer y la siesta, nos fuimos a callejear la ciudad. El tiempo ha comenzado a mostrarme Galicia, tuve que regresar a dejar el vestido por la malla larga. Llegamos al centro y fuimos a la oficina de Turismo y había un Free tour de 2horas por la ciudad.
¿Qué crees que hicimos?
Pues estos locos nos fuimos a recorrer la ciudad, poco más menos dos horas anduvimos callejeando con el guía y escuchando todas las explicaciones.
Pontevedra me sorprendió y para bien, es una ciudad muy tranquila, pero con una vida social muy activa y para hacerla más perfecta a menos de 20min tienes pueblos bellos y con playa.

Cada etapa del camino es diferente, está fue muy linda y especial.
Jornada concluida y sin ampollas, que eso es importante.
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