La última etapa
Nos despertamos 5.30am para comenzar a caminar a las 6am, la jornada sería más larga y queríamos aprovecharla. Al salir hacían unos 16grados, Galicia nos ha mostrado todas sus caras.
No éramos los únicos que habíamos madrugados, los deseos de llegar a Santiago pueden más que el cansancio acumulado de 120km.
El paisaje de esta etapa fue muy bonito, diría que en honor a ser la última.
Nos encontramos nuevamente con los niños portugueses, se habían despertado a las 5am para salir a caminar a las 5.30am unos valientes.
La verdad es una experiencia increíble y para los niños diría que más, imagino llegar al cole y comentar sus aventuras. Todo unos campeones.
En el camino el idioma puede ser una barrera pero la sonrisa no, no debieron ser los gallegos los que escribieron esta frase pues no se puede decir que tengan buen sentido del humor. Más bien son muy SECOS.
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Al llegar a Santiago habían muchos peregrinos, turistas; casi puedo entender que los que viven en la ciudad estén cansados de todos nosotros.
El clima más que perfecto, la temperatura adecuada para poder andar.
Galicia a mostrado todas sus caras o casi todas en un mismo día, amanecimos con 16 grados, tuvimos sol, nubes, lluvias y así cada una de ellas hasta que llegó la noche y las temperaturas tuvieron un ligero descenso.
Fueron 120 km, más algunos otros por buscar los alternativos que siempre te llevan por senderos y no ciudad. Muchas horas para pensar, muchos buen camino, reflexionar sobre uno mismo.
La catedral es impresionante e impetuosa. Solo esa vista merece la pena.
Me llevo en mi maleta los deseos de regresar al Yoga, que vivir con menos trastos es posible; al final llevo 15 días con una mochila. Viajar es la mejor inversión de la vida y quiero más de eso. Una amiga puede hacer el viaje diferente pero debemos cuidarlas.
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